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sábado, 25 de junio de 2011

SOLUCIÓN ECONÓMICA PARA PUERTAS VIEJAS - I PARTE

Si tenéis un piso de los 80, posiblemente tengáis el mismo tipo de puertas que tengo yo en el mío.   Tienen dos tableros de unos 3 mm por cada lado, montados sobre un bastidor de madera y en medio hay una especie de panel de abeja hecho de cartón.   Además los gustos de la época mandaban que fueran de sapelly y el bajo presupuesto del constructor remataba la faena poniéndolas completamente lisas.   En definitiva unas puertas bastante sosas y poco agraciadas.   Este es su aspecto actual desprovista de herrajes.



Para mejorar la estética de la vivienda hemos estado viendo los precios de unas nuevas, rondando los 7.000 euros, eso sí te las ofrecen macizas y de roble.   Macizas ya lo creo que son, de aglomerado macizo y el roble también está, pero sólo en la chapa que le pegan encima al aglomerado.   La trampa se suele ver con claridad cuando te hacen los cortes para los cristales, ahí se ve la "veta" de la madera, veta de virutas prensadas, a precio de roble macizo. 

Así que dándole vueltas al asunto y aplicando economía de guerra, que no están las cosas para chulerías, me he decidido a modernizar las que tenemos.   Total, en el peor de los casos si la cosa queda muy mal, siempre se pueden cambiar.

Para hacer la prueba y atendiendo al principio de prudencia, he escogido la puerta que menos se ve y por la cara que queda contra la pared que se ve menos aún.   La herramienta a usar ha sido la fresadora, con una fresa de acanalar de medio punto.   Puesto que el tablero tiene muy poco espesor, he utilizado como medida de profundidad el grosor de un CD, algo menos de 1'5 mm, así cuando decida hacer el resto de las puertas podré volver a obtener la misma profundidad utilizando de nuevo tecnología punta (tecnología digital nada más y nada menos, o sea el mismo CD).

El trabajo de fresado ha consistido en trazar dos pares de paralelas.   Un par vertical y otro horizontal, nada difícil de conseguir si se usa un listón para guiar la máquina.

Simplemente con eso la puerta parece haberse sacudido algunos años de encima, como si se hubiera hecho un lifting.   Este es su aspecto tras la cirugía.



Pero sigue siendo muy oscura, así que si nada lo impide va a recibir una capa de pintura, posiblemente blanco roto o marfil, para aligerarla un poco más y unas manillas nuevas más modernas, total siempre costarán menos de 7.000 euros y en realidad ese será el coste, lo que cuesten las manillas nuevas y el bote de pintura.

Prometo colgar las fotos cuando esté terminada.

HOY TOCA RESTAURACION

Hoy se nos ha estropeado el pomo de la tapadera de una olla para la que ya no existen repuestos, asi que echando mano de un listón de madera de 4x4, e improvisando un torno con el taladro-columna, a falta de algo mejor, tras el visto bueno de mi moza, hemos cambiado lo roto por lo nuevo.   Como habrá de fregarse a menudo, le he aplicado cuatro manos de barniz de poliuretano, a ver cuanto dura.

MESA DE CORTE-PRIMEROS PASOS


Después de darle muchas vueltas a esta mesa de sierra Virutex, al final he decidido no usarla por los problemas que plantea.   La superficie no es plana, está hundida por la parte central.  Para sujetar la sierra por abajo, utiliza un sistema de garras que no asegura repetir la misma posición de la sierra cada vez que se monta en la mesa (además de que le faltan 2 de las 4 garras necesarias).   Por último, la guía de corte, no es una sino dos guías independientes, lo que dificulta su alineación.
 
Así que manos a la obra.   Unos agujeros de 6 mm a la suela de la sierra, se replican los mismos agujeros en el tablero de contrachapado y se insertan las correspondientes tuercas de embutir, así se asegura que montaje tras montaje la sierra siempre queda en el mismo sitio.



Una vez montada la sierra en su lugar, he realizado el corte sobre el tablero.




En esta imagen se pueden ver las tuercas de embutir utilizadas.   Sólo atornillando la sierra, esta queda ya perfectamente alineada. pero si al hacer esta operación introducimos también la hoja de la sierra en el corte, nos aseguramos una correcta alineación cada vez.




El problema que se me plantea ahora es que el sistema de fijación de la profundidad de corte de la máquina no funciona correctamente, por lo que al situar la máquina boca abajo en la mesa, por su propio peso tiende a hundirse la hoja, lo que hace que todo el sistema no sirva para nada, de momento.   Se me ocurren dos soluciones, una llevarla directamente a reparar porque la tuerca que regula la presión sobre la palanca esta a tope y no hace nada de presión.  La otra sería idear un sistema para regular la profundidad de corte mediante una varilla roscada, por ejemplo, pero eso requiere ser madurado.